A los 97 años, murió en Buenos Aires el “Patón”, un símbolo del deporte sanfrancisqueño y exjugador de la Selección Argentina. Su legado permanece vivo en el recuerdo de El Ceibo y su ciudad natal.
Erio Santo Cassettai, apodado “Patón”, falleció este jueves 25 de diciembre a los 97 años en Buenos Aires, donde residía desde hacía ya varios años.
Oriundo de San Francisco, dejó una profunda huella en el deporte local como uno de los pioneros del básquet en Asociación El Ceibo, integrando su primer equipo en los años fundacionales del club, que nació en 1943.
A pesar de la distancia, Cassettai mantuvo siempre un lazo fuerte con su querido club. Año tras año hacía llegar un presente y, desde la institución, nunca dejaron de recordarlo ni de recibir noticias suyas. El espacio donde actualmente se encuentra “El kiosco de la flor” lleva su nombre como homenaje otorgado por antiguas comisiones directivas, en reconocimiento a su trayectoria y compromiso con la institución.
En los años 1945 y 1946, fue parte de las recordadas campañas en las que El Ceibo se consolidó como “una topadora”, marcando una época dorada para el club. Dentro y fuera de la cancha, el “Patón” fue considerado uno de los jugadores más importantes que proyectó la entidad sanfrancisqueña.
Su paso por la Selección de San Francisco, la de Córdoba, San Lorenzo de Almagro y la propia Selección Argentina lo convierten en un verdadero embajador del deporte local, pero fue su calidad humana lo que más marcó a quienes compartieron su vida.
El mensaje de su familia
Con motivo de su partida, su familia compartió un emotivo mensaje para acompañar el recuerdo de quienes lo conocieron y para que las nuevas generaciones puedan descubrir quién fue este entrañable vecino.
Hoy, 25 de diciembre, se nos fue el “Patón” Erio Santo Cassettai a sus 97 años de edad. Justamente 2 meses después de haber cumplido los años el 25 de octubre pasado.
Quien escribe es Alejandro, uno de sus hijos, en nombre de Nilda Molteni (su compañera de toda la vida), su otro hijo Marcelo, sus nietos Lucas y Belén, su bisnieta Francesca, nueras, amigos y demás familiares.
Las generaciones pasan y suponemos que mucha gente joven no sabrá quién es, por eso queremos dar un panorama simple de quien era.
Jugador de básquet de El Ceibo y de la Selección de su amada San Francisco y de la provincia de Córdoba, pasó por San Lorenzo de Almagro en su época de esplendor y fue Selección Argentina, entre tantos otros clubes.
Pero fuera de lo deportivo, nosotros hemos tenido la enorme suerte de disfrutarlo tantos años como esposo, papá, tío, abuelo, suegro, bisabuelo, amigo. No se pueden imaginar lo que era como persona, compartir sus alegrías, aprender de sus valores, de sentir su inmenso corazón y de su amor por los demás. Decente, honesto, tramposo para jugar a las cartas, y era el hombre de los mil disfraces.
Nos gustaría que lo puedan recordar en su amada ciudad y su amado club El Ceibo.
GRACIAS INOLVIDABLE “PATÓN”

